martes, 27 de julio de 2021

El triduo pascual

Triduo Pascual


El Triduo Pascual (del latín: Triduum Paschale) es el periodo de tiempo en el que la liturgia cristiana católica y no católica conmemoran la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret, y constituye el momento central de la Semana Santa y del año litúrgico.


En la liturgia romana, comprende desde la tarde del Jueves Santo, cuando concluye la Cuaresma, hasta el Domingo de Pascua, y tiene los siguientes momentos destacados.



Triduo


La palabra triduo procede del latín triduum, de tres y duum, derivado de dies, "día", lo que literalmente significa "espacio de tres días". En general y particularmente en la iglesia católica, son los rezos o celebraciones religiosas que duran tres días.


Es dado para representar la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, desde el atardecer del Jueves Santo hasta el Domingo de Pascua.


Jueves Santo, cuando se recuerdan la Última cena de Jesús, la institución de la Eucaristía y del Orden Sacerdotal, y el mandamiento del amor, es Tiempo de Cuaresma hasta la Media Tarde, oficialmente inicia el Tiempo de Pascua.


Viernes Santo, día de meditación sobre la pasión de Jesús, con la Celebración de la Pasión del Señor, junto con el Sábado Santo no se celebra la Eucaristía.



Sábado Santo, sin celebraciones litúrgicas en recuerdo de la Sepultura del Señor y a Nuestra Señora de la Soledad hasta la celebración de la Vigilia Pascual ya por la noche del sábado o madrugada del domingo, en la que se conmemora con solemnidad la resurrección de Jesús, y que es el acto litúrgico católico más destacado.










El misterio pascual

Misterio pascual.

Designa la Pasión, Muerte, Resurrección y Ascensión a los cielos de Jesucristo.


Por Misterio Pascual se entiende este conjunto de acontecimientos, históricos y meta-históricos, entendidos como una unidad inseparable en sus diversos elementos. Para la teología cristiana, el Misterio Pascual es el principal artículo de fe y el contenido esencial de la predicación y misión de la Iglesia. En verdad, para los cristianos, fue por el Misterio Pascual de Cristo que se consumó la salvación de todos los hombres y se inauguró el tiempo nuevo de la Redención. 


Es por el Misterio Pascual que todos los hombres son salvos y participan de la vida divina. Luego, se puede entender el Misterio Pascual el supremo sacrificio, de valor infinito, que Jesús ofreció a Dios Padre a favor de la salvación de todos los hombres y mujeres.



Significado

La palabra Misterio tiene, en esta expresión, no en el sentido vulgar de "cosa oculta", "enigma", sino en el sentido corriente en los escritos de San Pablo, de realidad que nos supera pero que es objeto de una revelación progresiva.


Pascual, porque la entrega de Cristo en la Cruz y su Resurrección están íntimamente ligados a la Pascua, o sea, a la fiesta de los judíos, que conmemora su liberación de la esclavitud de Egipto, y la que Cristo da el sentido nuevo de liberación de la esclavitud del pecado y de la muerte. 


Así como la Pascua, para los judíos, está ligada al pasaje del Mar Rojo, para los cristianos se unen al pasaje de la Muerte a la Vida, sentido último del Misterio Pascual. Así como Cristo murió pero volvió a la vida, los cristianos creen que, por ese mismo misterio, son también liberados de la muerte y reconducidos a la vida.


El Misterio Pascual, como realidad fundamental de la fe cristiana, está presente en su predicación, de modo especial, en sus sacramentos. El Bautismo corresponde, para los cristianos, a una inserción del individuo en el Misterio Pascual de Cristo, por la cual pasa a formar parte también de la Iglesia. Por el bautismo, el cristiano, a la imagen de Cristo, es retirado de la muerte a la vida nueva de gracia. 


El Misterio Pascual está presente de forma más intensa en la Eucaristía. En este sacramento, el Misterio Pascual es renovado, o sea, tornado presente para los que lo celebran, de modo que todos reciben sus frutos de salvación. El Misterio Pascual de Cristo, por otra parte, está presente en todas las celebraciones de la Iglesia, sacramentales y no sacramentales. Todas ellas son, de alguna forma, celebración y actualización del Misterio Pascual.




Inmaculada concepción

 La Inmaculada Concepción


La Inmaculada Concepción, es una advocación mariana de la religión católica, que representa a la Virgen María en el momento que Dios la crea sin pecado original.


La Imagen de la Virgen se encuentra en la Ciudad de Guatemala en la ,Iglesia de San Francisco (Ciudad de Guatemala) custodiado bajo la Orden de San Francisco de Asís. Su festividad es el 8 de diciembre, denominado "Día Clásico de Guatemala" celebrado con gran apoteosis y entusiasmo por parte de todos los guatemaltecos.



Actualmente algunos atribuyen el patronazgo de la República de Guatemala a las advocaciones del Rosario y la Asunción, pero en numerosos momentos históricos como en 1640, 1654, 1759, 1760, 1821, 1879 y 1954 documentos pontificios y arzobispales aclaran que la Inmaculada Concepción es Patrona de la Iglesia Católica en la nación guatemalteca, adjuntando a este título el término de Principal, sido la única advocación mariana en este país que tiene el grado de Principal.




Historia



Con motivo de la devastación de la ciudad de Santiago de los Caballeros, originada por el terremoto ocurrido en 1773, el Cabildo del Ayuntamiento decidió trasladar la capital a otra sede, al Valle de la Ermita o de la Virgen, llamando a la nueva ciudad la Nueva Guatemala de la Asunción, la antigua imagen de la Inmaculada Concepción fue trasladada, tal como lo expresaron los cronistas de la época y posteriormente.


El 5 de diciembre de 1954, en el marco del primer centenario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, el Papa Pío XII concedió a la imagen de la Inmaculada Concepción, la Coronación Pontificia, máximo honor que la iglesia otorga a las esculturas más célebres, veneradas, insignes y queridas del pueblo católico. Es conveniente recordar que en la Constitución Ineffabiliis Deus, del 8 de diciembre de 1854, el Papa Pío IX pronunció y definió ese dogma. En esa oportunidad manifestó: “La Virgen fue toda pureza y hermosura; más hermosa que la hermosura, más santa que la santidad y sola santa y purísima en cuerpo y alma”.



El 3 de agosto de 2005, el presidente de la República, en ese entonces, señor Oscar Rafael Berger Perdomo, impone la Orden del Quetzal en grado de Gran Cruz, a dicha imagen, en acto celebrado en el salón del recepciones del Palacio Nacional de la Cultura, como homenaje a la benemérita labor de los frailes franciscanos, a cuya orden religiosa pertenece esta advocación mariana y quienes iniciaron la devoción religiosa que se ha mencionado.



El 5 de diciembre de 2012, El Ministerio de Cultura y Deportes de la República de Guatemala emitió el respectivo Acuerdo mediante el cual declara al Rezado a la Inmaculada Concepción, del Templo de San Francisco en la ciudad capital, como Patrimonio Cultural Intangible de la Nación, al considerar que dicho Rezado representa una manifestación cultural de carácter religioso que constituye y fortalece la identidad guatemalteca.



Entre las actividades relacionadas con la festividad de la Inmaculada Concepción correspondientes al 2013, la imagen de la Virgen se trasladó al Instituto de Antropología e Historia -IDAEH-, de la República de Guatemala, para restaurarla. El memorable retorno de dicha imagen a su Templo se realizó el 23 de noviembre del año referido.









Navidad Catolica

La Iglesia Católica celebra el día 25 de diciembre uno de los días más importantes del calendario litúrgico: La Navidad o Natividad de Jesús. Una fiesta que conmemora el nacimiento del hijo de Dios, de Jesús, que se hace hombre para venir a la tierra a salvarnos. Es el momento álgido del periodo de Navidad con el que también termina el Adviento.



Después de cuatro semanas en estado de espera, preparándonos para la venida del Niño Dios durante el Adviento, por fin llegamos al momento que -precisamente- estábamos esperando. El día en el que conmemoramos el nacimiento de nuestro Salvador. 


El día que Dios se hace hombre en un pequeño establo, entre pañales y durmiendo en un pesebre, para acercarse a nosotros, morir por nosotros y resucitar. Encarnado en la Virgen María y acompañado también de San José, Jesús nace rodeado de humildad, sin hacer ruido, adorado únicamente por unos pastores de la zona.


Por supuesto, es día de precepto y leemos en las lecturas el evangelio en el que san Juan proclama que "el Verbo se hizo carne". Los católicos celebramos esta venida y acudimos a la Eucaristía además de a las comidas familiares. A medianoche es costumbre celebrar la misa del gallo, como la primera celebración de este día 25 tras la cena de Nochebuena.


Es un día de fiesta, en el que no solo recordamos un acontecimiento pasado. También es una esperanza en el futuro, esperando la segunda venida de Jesús; y por supuesto una mirada al presente. Un momento en el que Dios vuelve a nacer en el 'pesebre' de nuestro corazón, pese a nuestra debilidad. Un niño que viene para conocernos y tener una relación personas con nosotros.



La fiesta de Navidad fue instituida por la Iglesia en el siglo IV y es originaria de la Iglesia latina y mas propiamente de la Sede Apostólica de Roma.


Por falta de documentos exactos sobre el nacimiento de nuestro Señor, no existe una certeza absoluta acerca del año, que algunos escritores sagrados y profanos señalan entre el 747 y 749 de la fundación de Roma (del 7 al 5 A.C.), y del día, que han hecho oscilar entre el 25 de marzo y el 17 de diciembre.



Hay pruebas del este griego y del oeste latino donde los cristianos intentaban averiguar la fecha del nacimiento de Cristo mucho antes de que lo empezaran a celebrar de una forma litúrgica, incluso en los siglos II y III. De hecho, las pruebas indican que la atribución a la fecha de 25 de diciembre fue una consecuencia de los intentos por determinar cuándo se debía celebrar su muerte y resurrección.




Semana Santa

 Que es la semana santa.


La Semana Santa es la conmemoración cristiana anual de la Pasión de Cristo, es decir, de la entrada a Jerusalén, la última cena, el viacrucis, la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. Es la sexta y última semana de Cuaresma desde el Domingo de Ramos hasta el atardecer del Jueves Santo, entre el atardecer del Jueves Santo hasta el Domingo de Pascua, denominado Triduo Pascual. 


Por eso, es un periodo de intensa actividad litúrgica dentro de las diversas confesiones cristianas. Da comienzo con el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección, aunque su celebración suele iniciarse en varios lugares el viernes anterior (viernes de Dolores). La fecha de la celebración es variable (entre marzo y abril)




Sigue siendo Cuaresma hasta el atardecer del Jueves Santo, en la Semana Santa se celebra la institución de la eucaristía en el Jueves Santo en la Última Cena, se conmemora la crucifixión de Jesús el Viernes Santo, La Soledad de María el Sábado Santo y la resurrección en la Vigilia Pascual durante la noche del sábado Santo al Domingo de Resurrección. 



Durante la Semana Santa tienen lugar numerosas muestras de religiosidad popular a lo largo de todo el mundo, destacando las procesiones, penitencias y las representaciones de la Pasión, muerte y resurrección de Jesús.


Semana santa en Guatemala


La Semana Santa en Guatemala se celebra con la salida a la calle de manifestaciones de fe, llamadas procesiones, habitualmente organizadas por una hermandad, actualmente llamadas asociaciones de pasión. En cada procesión de Semana Santa hay andas procesionales y pasos, que suelen ser imágenes religiosas de la Pasión de Cristo, o imágenes marianas, aunque hay excepciones como los pasos alegóricos o los de santos. 

También figuran los cucuruchos o cargadores con sus correspondientes insignias. En las procesiones participan penitentes, que suelen llevar gorros cónicos, que reciben el nombre de cucuruchos, de donde se deriva el apelativo de los cargadores.


Celebraciones de Semana Santa en Guatemala
CelebraciónLugarAño de Concesión
Semana Santa en Antigua GuatemalaAntigua Guatemala1560
Semana Santa en Ciudad de GuatemalaCiudad de Guatemala1776
Semana Santa en QuetzaltenangoQuetzaltenango1560




Procesión de Jesús Nazareno de San José en la Ciudad de Guatemala. Esta procesión sale tradicionalmente el Domingo de Ramos. Obsérvese los elementos católicos e indígenas: estandartes, uniformes romanos y penitentes son elementos católicos, mientras que la alfombra con flores es una característica indígena.












miércoles, 21 de julio de 2021

San José

José de Nazaret (en hebreo יוסף הקדוש) fue, según la tradición cristiana, el esposo de María, quien era la madre de Jesús y, por tanto, padre putativo de Jesús. Tanto su vida y sus ancestros familiares se describen en el Nuevo Testamento de la Biblia.



Según el Evangelio de Mateo, era de oficio artesano (en el original griego, «τεχτων»; Mateo 13:55), lo que ya en los primeros siglos del cristianismo se concretó en carpintero, profesión que habría enseñado a su hijo, de quien igualmente se indica que era "artesano" (Marcos 6:3a). 


Era de condición humilde, aunque las genealogías de Mateo 1:1-17​ y Lucas 3:23-38 lo presentan como perteneciente a la estirpe del rey David. 

Se desconoce la fecha de su muerte, aunque se acepta que José de Nazaret murió cuando Jesucristo tenía ya más de 12 años, pero antes del inicio de su predicación.

En efecto, el Evangelio de Lucas menciona a «los padres» de Jesús cuando este ya cuenta con 12 años (Lucas 2:41-50), pero no se menciona a José de Nazaret en los evangelios sinópticos durante el ministerio público de Jesús, por lo que se presume que murió antes de que este tuviera lugar. 




Las Escrituras señalan a José como «justo» (Mateo 1:19), que implica su fidelidad a la Torá y su santidad.

La figura de José fue contemplada y admirada por diversos Padres y Doctores de la Iglesia y es hoy objeto de estudio de una rama particular de la teología, la josefología.





 Oración a San José del papa francisco 





La sagrada familia

 ¿Cómo era la Sagrada Familia?


María y José cuidaban a Jesús, se esforzaban y trabajaban para que nada le faltara, tal como lo hacen todos los buenos padres por sus hijos.


José era carpintero, Jesús le ayudaba en sus trabajos, ya que después lo reconocen como el “hijo del carpintero”.



María se dedicaba a cuidar que no faltara nada en la casa de Nazaret.


Tal como era la costumbre en aquella época, los hijos ayudaban a sus mamás moliendo el trigo y acarreando agua del pozo y a sus papás en su trabajo. Podemos suponer que en el caso de Jesús no era diferente. Jesús aprendió a trabajar y a ayudar a su familia con generosidad. Él siendo Todopoderoso, obedecía a sus padres humanos, confiaba en ellos, los ayudaba y los quería.


¡Qué enseñanza nos da Jesús, quien hubiera podido reinar en el más suntuoso palacio de Jerusalén siendo obedecido por todos! Él, en cambio, rechazó todo esto para esconderse del mundo obedeciendo fielmente a María y a José y dedicándose a los más humildes trabajos diarios, el taller de San José y en la casa de Nazaret.




Las familias de hoy, deben seguir este ejemplo tan hermoso que nos dejó Jesús tratando de imitar las virtudes que vivía la Sagrada Familia: sencillez, bondad, humildad, caridad, laboriosidad, etc.


La familia debe ser una escuela de virtudes. Es el lugar donde crecen los hijos, donde se forman los cimientos de su personalidad para el resto de su vida y donde se aprende a ser un buen cristiano. Es en la familia donde se formará la personalidad, inteligencia y voluntad del niño. Esta es una labor hermosa y delicada. Enseñar a los niños el camino hacia Dios, llevar estas almas al cielo. Esto se hace con amor y cariño.



“La familia es la primera comunidad de vida y amor el primer ambiente donde el hombre puede aprender a amar y a sentirse amado, no sólo por otras personas, sino también y ante todo por Dios.” (Juan Pablo II, Encuentro con las Familias en Chihuahua 1990).


El Papa Juan Pablo II en su carta a las familias nos dice que es necesario que los esposos orienten, desde el principio, su corazón y sus pensamientos hacia Dios, para que su paternidad y maternidad, encuentre en Él la fuerza para renovarse continuamente en el amor.


Así como Jesús creció en sabiduría y gracia ante Dios y los hombres, en nuestras familias debe suceder lo mismo. Esto significa que los niños deben aprender a ser amables y respetuosos con todos, ser estudiosos obedecer a sus padres, confiar en ellos, ayudarlos y quererlos, orar por ellos, y todo esto en familia.


Recordemos que “la salvación del mundo vino a través del corazón de la Sagrada Familia”.

La salvación del mundo, el porvenir de la humanidad de los pueblos y sociedades pasa siempre por el corazón de toda familia. Es la célula de la sociedad.






Jesús de Nazaret

 ¿Quién es Jesús?

Jesús de Nazaret, también llamado Cristo, Jesucristo o simplemente Jesús​ (provincia de Judea, Imperio romano; ca. 4 a. C.-Jerusalén, Imperio romano; 30-33 d. C.), fue un predicador y líder religioso judío del siglo i. Es la figura central del cristianismo y una de las más influyentes de la historia.




En la actualidad y desde finales de siglo xx, prácticamente todos los historiadores de la Edad Antigua afirman la existencia histórica de Jesús. Según la opinión mayoritariamente aceptada en medios académicos, basada en una lectura crítica de los textos sobre su persona, Jesús de Nazaret fue un predicador judío que vivió a comienzos del siglo I en las regiones de Galilea y Judea, y fue crucificado en Jerusalén en torno al año 30, bajo el gobierno de Poncio Pilato.




La figura de Jesús está presente en varias religiones. Para la mayoría de las ramas del cristianismo, es el Hijo de Dios y, por extensión, la encarnación de Dios mismo. Su importancia estriba asimismo en la creencia de que, con su muerte y posterior resurrección, redimió al género humano. El judaísmo niega su divinidad, ya que es incompatible con su concepción de Dios. En el islam, donde se lo conoce como Isa, es considerado uno de los profetas más importantes, rechazando al mismo tiempo su divinidad. Las enseñanzas bahá'ís consideran a Jesús como una "manifestación de Dios", un concepto bahá'í para los profetas.​ Algunos hindúes consideran que Jesús es un avatar o un sadhu.​ Algunos budistas, incluido Tenzin Gyatso, el decimocuarto dalái lama, consideran a Jesús como un bodhisattva que dedicó su vida al bienestar de las personas.​



Lo que se conoce de Jesús procede casi exclusivamente de la tradición cristiana —aunque se le menciona en fuentes no cristianas—,​especialmente de la utilizada para la composición de los evangelios sinópticos, redactados, según opinión mayoritaria, unos treinta o cuarenta años, como mínimo, después de su muerte. La mayoría de los estudiosos considera que mediante el estudio de los evangelios es posible reconstruir tradiciones que se remontan a contemporáneos de Jesús, aunque existen grandes discrepancias entre los investigadores en cuanto a los métodos de análisis de los textos y las conclusiones que de ellos pueden extraerse.




Lo que figura a continuación es un relato de la vida de Jesús tal y como aparece en los cuatro evangelios incluidos en el Nuevo Testamento, considerados libros sagrados por todas las confesiones cristianas. El relato evangélico es la fuente principal para el conocimiento de Jesús, y constituye la base de las interpretaciones que de su figura hacen las diferentes ramas del cristianismo. 

Aunque puede contener elementos históricos, expresa fundamentalmente la fe de las comunidades cristianas en la época en que estos textos fueron escritos, y la visión que por entonces tenían de Jesús de Nazaret.


San Pedro

 San Pedro

(Simón o Simeón; Betsaida, Galilea, ? - Roma ?, h. 64/67). Apóstol de Jesucristo y primer jefe de su Iglesia. Era un pescador del mar de Galilea, hasta que dejó su casa de Cafarnaúm para unirse a los discípulos de Jesús de Nazaret en los primeros momentos de su predicación; junto con él se unieron a Jesús otros pescadores de la localidad, como su propio hermano Andrés y los dos hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, todos los cuales formaron parte del núcleo originario de los doce apóstoles.



Tras la muerte de Jesús (hacia el año 30 d. C.), San Pedro se convirtió en el líder indiscutido de la diminuta comunidad de los primeros creyentes cristianos de Palestina por espacio de quince años: dirigía las oraciones, respondía a las acusaciones de herejía lanzadas por los rabinos ortodoxos y admitía a los nuevos adeptos (incluidos los primeros no judíos).

Hacia el año 44 fue encarcelado por orden del rey Herodes Agripa, pero consiguió escapar y abandonó Jerusalén, dedicándose a propagar la nueva religión por Siria, Asia Menor y Grecia. En esa época, probablemente, su liderazgo fue menos evidente.

Disputándole la primacía entre los cristianos otros apóstoles, como Pablo o Santiago. Asistió al llamado Concilio de Jerusalén (48 o 49), en el cual apoyó la línea de San Pablo de abrir el cristianismo a los gentiles, frente a quienes lo seguían ligando a la tradición judía.



El primer papa

Según la tradición católica el primer Papa de la historia fue San Pedro, el apóstol más importante de Jesús, a quien se le dio la responsabilidad de dirigir la Iglesia y se le otorgaron las llaves del Reino.

Conocido también como san Pedro, Cefas o simplemente Pedro, fue, de acuerdo con múltiples pasajes neotestamentarios, uno de los discípulos más destacados de Jesús de Nazaret. Su nombre de nacimiento era Simón bar-Jona








San Pablo, apóstol de cristo

 ¿Quién era San Pablo?

(Saulo de Tarso, también llamado San Pablo Apóstol; Tarso, Cilicia, h. 4/15 - Roma?, h. 64/68) Apóstol del cristianismo. Tras haber destacado como furibundo fustigador de la secta cristiana en su juventud, una milagrosa aparición de Jesús convirtió a San Pablo en el más ardiente propagandista del cristianismo, que extendió con sus predicaciones más allá del pueblo judío, entre los gentiles: viajó como misionero por Grecia, Asia Menor, Siria y Palestina y escribió misivas (las Epístolas) a diversos pueblos del entorno mediterráneo.



¿La historia de la conversión de San Pablo?


El 25 de enero se conmemora el Día de la conversión de San Pablo. Este apóstol no siempre fue cristiano, sino que sufrió una conversión. Pasó de rechazar por completo a Jesús a admirarle y dedicarse a evangelizar. El capítulo 9 de los Hechos de los Apóstoles de la Biblia, cuenta como Pablo, un joven judío conocido como Saúl, se dedicaba a perseguir a los cristianos. El joven estaba preocupado ante la expansión que estaba tiendo a su alrededor el cristianismo. Por ello, decidió salir a combatirlo con un único propósito: destruir el cristianismo.


A Saúl le autorizaron una misión muy importante: viajar a Damasco para encarcelar a todos los cristianos que se encontraran en esa ciudad. Cuando Saúl estaba preparado para entrar en la ciudad sucedió algo inesperado. A las puertas de  Damasco, una poderosa luz cegó al joven tirándolo por tierra. Entonces una voz le dijo "¿por qué me persigues?”, Pablo respondió: “¿Quién eres, Señor?”, a lo que la voz le contestó: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Levántate y entra en la ciudad. Allí se te indicará lo que tienes que hacer”.






Del análisis de sus epístolas auténticas, surge que Pablo de Tarso reunía en su personalidad sus raíces judías, la gran influencia que sobre él tuvo la cultura helénica y su reconocida interacción con el Imperio romano, cuya ciudadanía —en el decir del libro de los Hechos de los Apóstoles— ejerció. Pablo se sirvió de este conjunto de condiciones para fundar varios de los primeros centros cristianos y para anunciar la figura de Jesucristo tanto a judíos como a gentiles. Sin haber pertenecido al círculo inicial de los Doce Apóstoles, y recorriendo caminos marcados por incomprensiones y adversidades,​ Pablo se constituyó en artífice eminente en la construcción y expansión del cristianismo en el Imperio romano, merced a su talento, a su convicción y a su carácter indiscutiblemente misionero.​ Su pensamiento conformó el llamado cristianismo paulino, una de las cuatro corrientes básicas del cristianismo primitivo que terminaron por integrar el canon bíblico.


De las llamadas epístolas paulinas, la Epístola a los romanos, la Primera y la Segunda epístola a los corintios, la Epístola a los gálatas, la Epístola a los filipenses, la Primera epístola a los tesalonicenses y la Epístola a Filemón tienen en Pablo de Tarso su autor prácticamente indiscutido.

 Ellas son, junto con el libro de los Hechos de los Apóstoles, las fuentes primarias independientes cuyo exhaustivo estudio científico-literario permitió fijar algunas fechas de su vida, establecer una cronología relativamente precisa de su actividad, y una semblanza bastante acabada de su apasionada personalidad.

Sus escritos, de los que han llegado a la actualidad copias tan antiguas como el papiro datado de los años 175-225, fueron aceptados unánimemente por todas las Iglesias cristianas. Su figura, asociada con la cumbre de la mística experimental cristiana, resultó inspiradora en artes tan diversas como la arquitectura, la escultura, la pintura, la literatura, y la cinematografía y es para el cristianismo, ya desde sus primeros tiempos, una fuente ineludible de doctrina y de espiritualidad.







viernes, 16 de julio de 2021

Los Sacramentos

¿Qué son los sacramentos?

Los sacramentos en la teología de la Iglesia católica son signos sensibles y eficaces​ de la gracia de Dios y mediante los cuales se otorga la vida divina; es decir, ofrecen al creyente el ser hijos de Dios.

Los sacramentos se administran en distintos momentos de la vida del cristiano y simbólicamente la abarcan por entero, desde el bautismo hasta la unción de los enfermos (que antes del Concilio Vaticano II se aplicaba solo a los que estuvieran en peligro de muerte).

Los sacramentos son siete y están clasificados en tres partes: de iniciación, de curación y de servicio a la comunidad. De iniciación son tres: bautismo, confirmación y eucaristía. De curación son dos: reconciliación y unción de los enfermos y por último de servicio a la comunidad son dos: orden sacerdotal y matrimonio.

La mayoría, solo pueden ser administrados por un sacerdote. El bautismo, en ocasiones excepcionales, puede ser administrado por cualquier seglar, o incluso no cristiano, que tenga la intención de hacer con el signo lo que la Iglesia hace. Además, en el sacramento del matrimonio los ministros son los mismos contrayentes.se compone de dos personas.




Primer sacramento: Bautismo

El primer sacramento de la iniciación recibe, ante todo, el nombre de Bautismo, en razón del rito central con el cual se celebra: bautizar significa «sumergir» en el agua; quien recibe el bautismo es sumergido en la muerte de Cristo y resucita con Él «como una nueva criatura» (2 Co 5, 17). Se llama también «baño de regeneración y renovación en el Espíritu Santo» (Tt 3, 5), e «iluminación», porque el bautizado se convierte en «hijo de la luz» (Ef 5, 8).




Segundo sacramento: Eucaristía

La Eucaristía es el sacrificio mismo del Cuerpo y de la Sangre del Señor Jesús, que Él instituyó para perpetuar en los siglos, hasta su segunda venida, el sacrificio de la Cruz, confiando así a la Iglesia el memorial de su Muerte y Resurrección. Es signo de unidad, vínculo de caridad y banquete pascual, en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la vida eterna.

En estos cuatro audios se habla de la eucaristía como misterio de fe y amor, se trata la presencia real de Jesús en la eucaristía y se afirma que cuando comulgamos recibimos al mismo Cristo. Por último, se explica dónde se produce este milagro, que el pan y el vino se transformen en el cuerpo y sangre de Jesús: la misa.




Tercer sacramento: Confirmación

En la Antigua Alianza, los profetas anunciaron que el Espíritu del Señor reposaría sobre el Mesías esperado y sobre todo el pueblo mesiánico. Toda la vida y la misión de Jesús se desarrollan en una total comunión con el Espíritu Santo. Los Apóstoles reciben el Espíritu Santo en Pentecostés y anuncian «las maravillas de Dios» (Hch 2,11). Comunican a los nuevos bautizados, mediante la imposición de las manos, el don del mismo Espíritu. A lo largo de los siglos, la Iglesia ha seguido viviendo del Espíritu y comunicándolo a sus hijos.






Cuarto sacramento: Matrimonio

la representación más frecuente alude a la velatio, como acogida de los novios, sustituida en los siglos XIII-XV por bendición de la unión de las manos de los esposos con los extremos de la estola del celebrante.





Quinto sacramento: Confesión 

En el sacramento de la Penitencia, los miembros de la Iglesia se reconcilian con Dios y con la Iglesia. En este sacramento, los que están verdaderamente arrepentidos confiesan sus pecados y los sacerdotes los perdonan en el nombre de Cristo y la Iglesia mediante el poder del Espíritu Santo. El sacramento de la Penitencia y Reconciliación fortalece o renueva la gracia. Fortalece a los católicos a vivir según los mandamientos como discípulos de Jesús. Aquellos que se preparan para celebrar la Eucaristía por primera vez deben prepararse para recibir primero el sacramento de la Penitencia y Reconciliación. Los católicos celebran el sacramento de la Penitencia una y otra vez.



Sexto sacramento: Orden Sagrado

En el sacramento del Orden Sagrado, los hombres bautizados son ordenados para servir a la Iglesia como obispos, sacerdotes y diáconos. A través de este sacramento, la Iglesia Católica continúa la misión que Jesucristo dio por primera vez a los apóstoles: la misión especial de predicar la Buena Nueva y dirigir y servir a la Iglesia Católica. Los ordenados en el sacramento del Orden Sagrado reciben la gracia necesaria para llevar a cabo su ministerio a los fieles y quedan impresos con un carácter sacramental indeleble.



Séptimo sacramento: Unción de los Enfermos


El sacramento de la Unción de los Enfermos se administra a aquellos que están muy enfermos o cerca de la muerte. Los familiares, amigos y miembros de la parroquia se reúnen para orar por la sanación y la misericordia de Dios. El sacerdote y las personas reunidas rezan para que el enfermo se sane, y el sacerdote lo unge y ora por su salud. Aquellos que reciben el sacramento se les otorga la gracia de responder a su enfermedad con esperanza y fortalece su fe en un Dios amoroso. Este sacramento puede celebrarse durante la Misa o en cualquier lugar que se necesite, incluso en el hogar o en el hospital donde se encuentra la persona enferma. Los católicos pueden celebrar este sacramento más de una vez.




miércoles, 14 de julio de 2021

La Virgen María

 ¿Quién era la virgen María?

María (en arameo, מרים, 'Mariam'), madre de Jesús de Nazaret, fue una mujer judía de Nazaret de Galilea que, según diversos pasajes neo testamentarios pertenecientes al Evangelio de Mateo, al Evangelio de Lucas y a los Hechos de los Apóstoles, como también distintos textos apócrifos tales como el Proto evangelio de Santiago, vivió entre fines del siglo I a.C. y mediados del siglo I d.C. También el Corán (siglo VII), libro sagrado del islam, la presenta como madre de Jesús (Isa), bajo su nombre árabe, Maryam o Miriam.



La madre de Jesús

María, la madre de nuestro Señor, era también descendiente, o hija, de un rey. Tenemos que considerarla como muy favorecida y bienaventurada entre todas las mujeres, era el ejemplo de madre, podía dar hasta su vida por su hijo.




I - Su humildad
"Porque ha puesto sus ojos sobre la pequeñez de su esclava; pues he aquí que desde ahora me tendrán por dichosa entre todas las generaciones." Lucas 1:48.

María, la madre de nuestro Señor, era también descendiente, o hija, de un rey. Cristo nació de ella y sólo de ella. El apóstol Pablo afirma que Cristo era de "la simiente de David según la carne". Y aunque las genealogías de Mateo y Lucas terminan con el nombre de José, fue sólo a través de María que Cristo pudo ser hijo de David según la carne.





III - Su fe

"Bienaventurada la que ha creído que tendrán cumplimiento las cosas que le han hablado de parte del Señor." Lucas 1:45.

La exaltación religiosa de María, por cierto exagerada por algunos, descansa primeramente en su fe, y sobre su fe concebida como un mérito personal. Cuando María recibió el glorioso anuncio del ángel, contestó: "He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra." Elisabeth afirmó referente a esta confesión: "Bienaventurada la que ha creído que tendrán cumplimiento las cosas que le han hablado de parte del Señor."

La fe a la que María dio expresión, a veces se ha perdido de vista que le fue dada gratuitamente por la gracia. No fue mérito suyo alguno. Si se considera que lo fue, inmediatamente se sigue: La encarnación del Señor fue sólo posible por el asentimiento de María; por ello María hizo posible a Cristo el ofrecer el supremo sacrificio de la redención; y por la redención del mundo, y por el perdón de nuestros pecados por la sangre del Cordero. Esto es inadmisible.








sábado, 10 de julio de 2021

Los Mandamiento de la iglesia

¿Qué son los mandamientos de la iglesia?

Estas “normas” no tienen el espíritu de ser opresivas, sino que están diseñadas para indicar cuál es el "mínimo indispensable" de una vida de fe. Estos preceptos son los requisitos básicos para crecer en la vida espiritual. Son lo suficiente para guiar a una persona más cerca de Dios y al objetivo último del paraíso.




Lista de los 5 mandamientos de la iglesia con una pequeña definición de cada uno

1. Oír Misa entera los domingos y fiestas de guardar

Los católicos tienen la obligación de acudir a misa todos los domingos. Este mandamiento de la Iglesia está muy relacionado con el tercer mandamiento de la Ley de Dios: santificarás las fiestas. A la misa dominical se le añaden algunas fiestas que establece la diócesis, que se suelen referir al patrono de la región o de la ciudad. Estos días son las «fiestas de guardar», también conocidas como días de precepto, en las que los católicos tienen la obligación de asistir a misa.

2. Confesar los pecados mortales, al menos una vez al año, y en peligro de muerte y si se ha de comulgar

El segundo mandamiento de la Iglesia se refiere a dos sacramentos: la confesión y la eucaristía. Los católicos tienen la obligación de acudir al sacramento de la confesión como mínimo una vez al año. Además, también deberían confesarse si se encuentran en peligro de muerte y cuando se recibe la comunión. Para poder recibir la comunión, la persona que comulga debe estar en gracia de Dios (ausencia de pecados mortales o graves) por lo que existe la obligación de confesarse si uno ha cometido pecados mortales y quiere recibir la eucaristía.


3. Comulgar por Pascua de Resurrección

Después de haber recibido la primera comunión los católicos tienen la obligación de comulgar al menos una vez al año. El periodo en el que la Iglesia manda a los fieles recibir la comunión es al menos una vez por Pascua de Resurrección, es decir, durante los 50 días de duración del Tiempo Pascual, que van desde el domingo de Pascua al Domingo de Pentecostés.


4. Ayunar y abstenerse de carne cuando lo manda la Iglesia

Ayuno y abstinencia son dos conceptos que suelen ir juntos, pero tienen significados distintos. El ayuno consiste en realizar una única comida fuerte al día y comer poco en el desayuno y la cena. En cambio, la abstinencia de carne consiste en no tomar carne ni productos derivados de los mamíferos.

Hay dos días en los que ayuno y abstinencia tienen una especial importancia: Miércoles de Ceniza y Viernes Santo. Con respecto a la abstinencia de carne, habría que añadir que la Iglesia indica que hay que vivirla todos los viernes del año, pero puede sustituirse por prácticas de piedad, obras de misericordia u otras formas de penitencia.

De hecho, el Papa Francisco, por ejemplo suele acudir todos los viernes a realizar una obra de misericordia, siguiendo las enseñanzas de la Iglesia.


5. Ayudar a la iglesia en sus necesidades

Cumplir honradamente con esta prescripción legal es un deber de todo buen ciudadano. Para nosotros los cristianos es un deber moral y de conciencia. Con nuestra contribución económica justa y veraz, hacemos posible que los bienes y servicios lleguen a todos, también a los más pobres, que de otro modo no podrían acceder a las prestaciones públicas indispensables.

La declaración de la renta nos ofrece la oportunidad de ayudar a la Iglesia, marcando con una crucecita la correspondiente casilla del impreso. Con ello, expresamos nuestra voluntad de que el 0,7%  de la cantidad con la que contribuimos al Estado se destine a la Iglesia católica. En este sentido es conveniente recordar que poner la crucecita no significa pagar más. Debemos hacerlo incluso en el caso de que nuestra declaración resulte a devolver. Hay que advertir además que podemos marcar simultáneamente la casilla destinada a "otros fines sociales", opción totalmente recomendable. En este caso son las ONGS para el desarrollo las destinatarias del mismo porcentaje que percibe la Iglesia. Entre ellas se encuentran muchas organizaciones católicas que trabajan al servicio de los más necesitados.













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